miércoles, 26 de octubre de 2011

Cuaderno Num 81A

“ Por alguna misteriosa razón, que aun sigo tratando de analizar, los que practicamos esta religión, tenemos la tendencia a ser agresivos, más aun cuando un comentario parece fuera de lugar. Esta tendencia a la Agresividad es, creo yo, causada por los muchos años que lleva una pelea de supremacía religiosa entre las diferentes ramas que existen en Cuba. Esta misma agresividad no es ajena en África, donde los Babalawos de ciertas regiones ven por encima del hombro a los miembros de adoración a Orisha.

Parece que aparte de los Orisha e Ifá, nuestros esclavos también nos legaron la animosidad entre los cultos. Como prueba de esto le transcribo un estudio realizado hace algún tiempo:

“Conflicts between the male centric brotherhood of Babalawo, and the more female centric Orisha worshippers are not unique to theAmericas or the modern period. Some of the earliest records of the culture and religion of the Yoruba-speaking area of West Africa, noted the differences between the “Ifa Priest” whom the missionaries seemed to respect and the “Fetish” Priest upon they heaped thier unalloyed comtempt. In these early records the babalawo where seen as religiuos professionals, sophisticated men, with whom missionaries could engage in learned discussion, while the so called fetish priest or Olorisha (Owners of Orisha) where presented as corrupt and ignorant, deceivers of people who enriched themselves on the superstitions of others. That many of these fetish priest where women or cross-dressing men. also lowered their standing in the eyes of the early christian missonaries, and Babalawos as well.”

Conflictos entre la hermandad masculina de Babalawos y la hermandad más femenina de adoradores de Orisha, no son únicas a las Américas o de un período moderno. Algunos de los registros más tempranos de la cultura y religión del área de habla Yoruba de África del Oeste, recogió las diferencias entre el “Sacerdote de Ifá”, a quien los misioneros parecían respetar y el Sacerdote de “Fetiches” sobre los cuales estos descargaban su rechazo sin ninguna contemplación. En estos tempranos registros, los Babalawos eran vistos como religiosos profesionales, hombres sofisticados, con quienes los misioneros podían tener una discusión educada, mientras que con los llamados Sacerdotes de Fetiches u Olorisha (Dueños de Orisha) eran presentados como corruptos e ignorantes que engañaban a las personas y que se enriquecían con las supersticiones de otros. Que muchos de estos “Sacerdotes de Fetiches”, eran mujeres o “Travestis”, también bajaba la estima tanto a los ojos de los primeros misioneros cristianos, así como los de los Babalawos.

Como puede ver , estas discrepancias y la forma de resolverlas de forma agresiva y hostil, también son históricas y aun así no aprendemos a ser tolerantes.



Saludos,


Águila de Ifá“

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